domingo, 30 de octubre de 2011

Un Ideal Domingo en Otoño





Despertarme tarde y desde la ventana de mi habitación ver el jardín y la piscina. Sentir el sol y la temperatura templada. Duchita, pelo recién lavado, coleta, pareo blanco y chancletas plateadas de Prada.
Brunch en el jardín y la piscina que veía desde mi habitación: Delano Hotel en Miami.
Hamaca gigante, gran sombrilla blanca, masaje con Lluvia de Rosas de Carla de Bulgaria, seguir con los Mimoza cocktail del brunch toda la tarde, ojear el American Vogue y Vanity Fair, revistas de decoración de Lofts en NYC y comer bombones de Godiva.
Cambiar la coleta por pelo suelto y una flor blanca, vestido de tirantes blanco largo casi transparente, sandalias de tacón dorado de Dior, rociar mi cuerpo con La Lune de D&G, sushi con champagne helado.
Mousee de chocolate amargo con fresas salvajes naturales,  agua Fiji.
La enorme cama blanca de la enorme habitación blanca llena de orquideas y hacer el amor hasta que amanezca.

Es ideal, simplemente.

martes, 25 de octubre de 2011

Otoño


Adoro esta sensación. El color de la luz que entra por las ventanas del salón, el sonido de la lluvia cayendo sobre las hojas de las plantas en las terraza, agradable temperatura dentro de casa, olor a ámbar, una taza con chocolate caliente, escribir e inventar personajes, escuchar Tosca y saber que me encuentro baja de ánimo solo por que es otoño.
Me gusta disfrutar de cada cosa que pasa por mi mente y por mis sentidos.

lunes, 24 de octubre de 2011

Mi pasión y Esmalte de uñas


He decidido retomar esto de escribir post. Es una manera de volver a reactivar la mente, algo oxidada entre vacaciones, problemas, pereza, y preparar las neuronas para la fase de estudio que me espera. Nuevo proyecto en marcha y muchas ganas.
Los deseos siguen su caminito lento y placentero función tras función. Y mientras los 3 Deseos fluyen cada noche de sábado y Love That Jazz sigue asomándose de vez en cuando en locales madrileños, comienzo a gestar nuevas locuras: Pecados dramáticos y Chicas locas con ganas de protestar. Dos nuevas osadías que verán la luz a corto y medio plazo. Hasta aquí puedo leer, escribir para ser más precisa.

En los últimos días, en realidad meses, lucho contra mis ganas de gritar a los cuatro vientos la injusticia del mundo en general y del mío en particular.
La injusticia del mundo en general es grande, trágica y dolorosa pero el egoísmo hace que a cada uno le duelan sus dolores cercanos ¡qué cosas!
En mi caso, además de dolores comunes, tengo el dolor causado por mi pasión: el teatro.
A falta de poder gritar abiertamente mis dolores pasionales, mi marido, sabio y prudente o sabiamente prudente, me aconseja callar: ¿Qué gano con gritar lo que la gente no quiere saber? 
Pues tiene razón, ¿para qué seguir haciendo enemigos, si con los que tengo ya me basto y me sobro?
Una vez leí: “Los amigos van y vienen, los enemigos se acumulan”, creo que todos damos fe de la verdad de esta frase. Escribiendo esto he aprendido que es de un tal Thomas M. Jones…
Bendigo a mis enemigos por que ellos ven mis errores y a mis amigos por que perdonan mis errores.

Y dicho esto, comienzo a hablar de los esmaltes de uñas.
Esta noche, tweet va tweet viene con mi dulce amigo Manu (Cocinando con Manu Catman) en mi tweet: “no sé si contar mi experiencia en el mundo del teatro o hacer una tesis sobre esmalte de uñas” recibo un tweet de Manu: “las 2 cosas!!!”
¿Oye?, me pregunto yo, ¿y por qué no?

No sé de teatro ni de esmalte de uñas pero desde luego las dos cosas me llevan mucho tiempo.
¿Os habéis dado cuenta de la cantidad de colores de esmaltes de uñas que hay?
En este campo de la cosmética, el dicho popular: “Para gustos,  colores” va al pelo.
Rojos, rosas, azules, verdes, grises, porcelanas, amarillos, beiges, marrones… por supuesto cada color con varios tonos diferentes en algunos casos, tonos imposibles.
No nos vamos a poner a enumerarlos, nos aburriríamos.
El caso es que hay colores “famosos” que creemos que no fallan, que nos los ponemos y vamos a acertar… ¡JA!
Ponte rojo con las manos chatas y ya puedes ir vestida de Giorgio Armani (para los no eruditos en moda, hay diferentes líneas en la casa Armani, Giorgio Armani es la guay) que parecerá que vas de los “ChinaFashion”.
Si ese rojo te lo pones con las uñas largas, por favor vete discretamente vestida o no te ofendas si te ofrecen dinero en alguna esquina.
El negro en manos blancas es elegante y morboso (difícil combinación que solo ciertos dedos largos se pueden permitir)
Si eres de las que aún no saben que el sol te hace parecer 10 años mayor (con suerte…) nunca te atrevas con negros, grises o marrones.
Con uñas cortitas en manos cuadradas, solo porcelanas y algún odioso rosa “pañuelo de abuela”. Para manos largas, rosa chicle, fucsia, brillantes, osados, da igual con qué te lo pongas, siempre te hará destacar.
La manicura francesa es una opción pero… una opción aburrida. Se aburrida si tienes las manos chatas y uñas cortas, te hará parecer mona y algo graciosa.
Si tienes uñas largas (incluidas postizas….) la manicura francesa solo si tienes intención de ser la próxima PornStar. Bueno, si son postizas… mejor quítatelas y deja que la forma de tu uña decida el color.

Y releo  todo esto y no puedo olvidar mi pasión: el rojo… pasión… Valentino, Chanel, Dior, algo de Mac está permitido y sin duda, siempre O.P.I  (voy a utilizar nombres de algunos de sus esmaltes, merece la pena interesarse por los colores O.P.I y sin duda, por los nombres)

Mi pasión es solo de andar por casa, no me atrevo a avanzar un poco más allá: dimes, diretes, obstáculos, quitaesmaltes baratos que dejan los dedos imposibles, algodones que dan alergia, falta de tiempo (no hay que olvidar que hay que esperar un mínimo de una hora para que un buen esmalte se fije, si se secan en cinco minutos es como el  fast food… malo) y sobre todo, cobardía... o prudencia.

Me he atrevido con rosas, negros, morados, grises, oros, rojos, azules, odiosos porcelanas, si sabes combinarlos (y tienes gracia en las manos) quedan siempre bien.
Pero… hay un color que no me atrevo a usar, por prudencia: el verde.
Considero reservado a un@s cuant@s privilegiad@s sin complejos. No tienen que ser más alt@s o más delgad@s o más jóvenes o más guap@s o más talentos@s. No, el esmalte de uñas verde está reservado para l@s que se atreven a llevar su pasión al límite.
El rojo pasión pasa a ser verde en est@ gente. Un@s han optado por el verde de la vía rápida “Here Today, Aragon Tomorrow” O.P.I (decir SÍ a unas cuantas combinaciones a las que la mayoría decimos  NO)
Otr@s por la vía segura “Jade Is The New Black” O.P.I  (unir a sus uñas esmaltadas complementos que les facilitan atrás personas, lo que vulgarmente se llama: Chupar del vecino, siempre que el vecino tenga previamente las uñas esmaltadas en verde)
Otros utilizan el verde que han dejado otros. Sí, en ocasiones los esmaltes se heredan, en estos casos, generalmente, salvo maravillosas excepciones, al segundo o tercer uso, el verde se seca y se queda amarillo… Se suele tirar a la basura. “Gargantuan Green Grape” O.P.I
Hay uñas esmaltadas en verde que dan verdadera pena, pero son verdes y como ya sé que yo no me atrevo, pues me termino creyendo que merecen ser verdes. Tienen doble mérito: creérselo ell@s y hacérmelo creer a mi. “Teal The Cows Come Home” O.P.I.

Me acabo de esmaltar las uñas de los pies en rojo “Vodka&Caviar” y las de las manos en rosa “Strawberry Margarita” de O.P.I.
Nombres preciosos para unos colores maravillosos que no sé si me indican que quizás necesite tomarme un Strawberry&Caviar Margarita Vodka bien cargado y atreverme a dar el salto al verde. Solo hay uno que me va, nada que ver con el resto de verdes.
“Go on Green” O.P.I. Un verde para l@s que no vamos a utilizar nunca los otros verdes pero que con paciencia,  trabajo y esfuerzo, iremos en verde.